lunes, 23 de febrero de 2015

NIÑOS DEL MAR

No salgamos de nuestro barrio hoy.
Quedémonos aquí, cerca de casa
y vaguemos por estas viejas calles.
Niños del mar, nacimos
junto a la playa de Alcaravaneras
y el corazón estaba azul de infancia
y era copia del mar, lienzo y figura,
estábamos tan cerca...
Pero luego crecimos
y el corazón se nos puso muy rojo, fuimos por otras calles y otros barrios,
la casa quedó lejos,
y nos sentimos como quien se pierde,
como quien ya no atina en su camino.
Ya sois casi unos hombres nos dijeron
porque aprendimos a ponernos tristes.
Después de un gran paseo
de nuevo hemos llegado;
y nuestros pies han ido
sobre las viejas huellas.
Calle Hermanos Garcia de la Torre,
en el número cuatro
-quien lo toque está libre-
y eramos libres, si, en todos
los números del mundo.
El último que llegue no es un hombre
y era perderse, loco, en la carrera;
y todos aprendimos 
a no llegar el último,
porque eso de ser hombre, era muy serio.
Mas hoy, henos de nuevo aquí,
por estas viejas calles
y nuestros pies no encajan
en las huellas que en otro día dejamos.
Y sin embargo pienso
que no debemos alejarnos mucho;
quiero decir,
que nos quedemos ya por este barrio,
por este mar de casa,
a ver si el corazón se vuelve azul
y somos otra vez aquellos niños.

                                                          Oficio Elemental

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